domingo, 6 de abril de 2008

Mi fantasía puede más que tu realidad.

Mi fantasía puede más que tu realidad


Los sueños que son vividos más que tu andar muriendo, respiran más aire que tu caminar. Te miro desde el fondo de mi soledad, encogida en medio de pensamientos, recuerdos, fantasmas, calderos, sonrisas y llantos incoherentes. Te miro y tus ojos son tan ciegos que se detienen sólo a ver lo que comprendes. Lo que va más allá, lo que importa, no lo contemplas. No puedes. El miedo atrapa tu cerebro, lo licua y te lo devuelve hecho lo que siempre has querido y lo más odiado: ser común y corriente. Que tu voz no se escuche más allá de mis latidos, que se esfume tu sabor de mi lengua, que tu palabras no lleguen donde tus oídos no puedan oír. La vergüenza de ser lo que soy te invade y te cobijas en un futuro predecible, aburrido, sin vida. Mi vida, mi vida ya no es tuya. Pertenece a un andar incierto, es de la noche, de los días sin sol, de los sueños, de la imaginación que me domina, de las perversiones de las fantasías más hondas, más secretas, más antiguas. Soy de las cavernas que no se han descubierto, de los planetas que nos miran carcajeándose de nosotros, de estas palabras que hablan más que tú, de los latidos de mi corazón que ya no viaja a mi estómago cuando te leo; soy de los espíritus más profanos, de los suspiros que besan, de los ithagos, de un pasado, de las brujas, de un asesino serial.

Soy de cualquiera que no exista. Por lo tanto no soy tuya. Porque eres el ser más tangible que mis pálidos dedos han tocado. Tu mente está tan aferrada a la realidad que me es imposible comprenderla.

Mi realidad puede más que tus pobres sueños. ¿Para que soñar si el sueño será mediocre? Mejor esperar sentado a que algún astro se apiade de ti. Mi realidad atestada de seres oníricos me lleva de la mano lejos de ti. Contaminas el aire sabor a color violeta que me rodea. Lo llenas de lógicas absurdas, de razones humanas, de porqués de todo. Mi luna tiene más música, la más bella… aquella que produce mi lápiz al hacer el amor con la hoja de papel. Esa sinfonía que puedes leer y que además te lleva más allá. Te escapas con ella. Yo me escapé hace mucho y no pienso regresar. No importan tus razones, no las comprendo, ni quiero hacerlo. No pienso regresar porque tu mundo me aburre, me saca de quicio… yo necesito pasión, calles adoquinadas de futuros porque los recuerdos sólo estorban para caminar. Y las tuyas están llenas de pasados aferradas a un terror a andar.

Dejemos que se queden ahí y si quieres subir a mi más allá conmigo, hazlo.

Mi pluma está extendida… no la deshojes más.