miércoles, 30 de abril de 2008

Casting!!!

NO PUEDEN FALTARRRRR

CASTING
Sky Films te invita al casting para la selección de actores
para conformar el elenco del largometraje nacional
SUSPIRO AZUL
Basada en la novela de Sandra Becerril

Estamos apostando al talento joven, a caras frescas que dan todo lo mejor de sí,
demostrando sus aptitudes artísticas orientadas a la actuación, con el propósito de brindarle
a esta narración una imagen diferente, colorida y especial. El largometraje será producido
por Gerardo Cuevas, dirigida por Abraham Pons, con la adaptación de guión por la autora
de la novela.

Requisitos generales:
Tener disposición para grabar la última semana de Julio y todo el mes de Agosto en
locaciones en Morelia y en el Distrito Federal. Llevar fotografías preparadas, el día del
casting se recopilarán datos. Retratar bien a cuadro. Facilidad de Palabra. Muy buena
dicción e improvisación. Gran personalidad, capacidad de actuación y carisma. No hay
exigencias de vestuario. La producción solicita la asistencia sólo de los verdaderos
interesados.

1. Personajes protagonistas
Azul
Mujer blanca. Complexión delgada.
Edad entre 22 y 26 años. Sensual. Mirada penetrante. Ingeniosa. Aguda. Inocente.
Atractiva. *Escena de desnudo parcial.
Demian
Hombre blanco. Complexión media. Edad entre 35 y 40 años. Estatura entre 1.75 y 1.85
mts. Penoso pero con autoridad. Mirada penetrante y expresiva. Atractivo.
Joseph Vacher
Hombre blanco. Complexión media/delgada
Edad entre 55 y 60 años. Pálido. Ojeroso. Elegante. Maldad pura. Cínico.
Jorge Casar
Hombre blanco. Complexión media/obesa
Edad entre 60 y 65 años. Canoso. Descarado. Cínico. Alegre.
Pedro
Hombre blanco. Complexión delgada/media
Edad entre 18 y 22 años. Envidioso. Chantajista pero por su edad parece inocente.
Estatura: alta (1.80 mínimo) Buena dicción, camuflaje de voz.
2. Personajes Secundarios:
Mariana.
Mujer blanca. Complexión: Delgada Edad 30-35 años. Nerviosa, con ojeras, muy pálida.
Madre Demián *4 líneas diálogo. Más actuación/drama.
Roberto.
Hombre moreno claro. Complexión: Delgada. Edad 30-35 años
Ojos grandes parecidos a los de Demián. Poco diálogo.
Demián niño.
Niño cinco años. Mirada penetrante. Tez blanca, cabello oscuro. *No diálogo, sólo acción.
Azul niña
Niña blanca 9-10 años. Complexión: delgada. Curiosa. Mirada penetrante. Ojeras.
*No hay diálogo, sólo acción.
Don José
Hombre moreno. Complexión: obesa. Edad: 50-60 años *Estatura: Baja
Alejandra
Mujer morena clara. Complexión: delgada
Edad 28-30 años. Atractiva.
Sacerdote secta
Hombre moreno Complexión: Obeso. Edad: 60-65 años. Mirada penetrante.


Jueves 8 y Viernes 9 de Mayo
De 9:00 a 18:00
Canal de Miramontes 3032 Int. 301 Col. Girasoles.

Para mayor información: casting_suspiroazul@yahoo.com.mx

sábado, 26 de abril de 2008

Ensayo sobre el Exorcista (Fragmento)

Hello everybody...
Les dejo un fragmento de un ensayo que escribí acerca de mi película favorita de terror. Este trabajo saldrá en una antología que reune 6 ensayos de 6 escritoras para el Festival Macabro de Cine. Estará en librerías en algunos meses, pero ya no me aguantaba las ganas de comentarles jejeje.

"...Como dije antes, El Exorcista está basado en el libro del escritor William Peter Blatty, el cual está inspirado en un caso de exorcismo real. No sólo me costó trabajo conseguir una copia de este libro, en mi fanatismo por hallarlo, recorrí librerías “de viejo”, otras más actualizadas, internet y nada. Sentí que mi visión sobre la película estaría incompleta si no lo leía. Y por arte de magia (o de Luzbel), un amigo lo consiguió, casi de inmediato pasó a mis manos ¿la razón? mi amigo experto en películas de terror, acostumbrado a leer los pasajes más extraños y tenebrosos en cualquier cantidad de libros, no aguantó el terror de este. Con más curiosidad aún lo abrí y a la luz de una noche igual de misteriosa que aquella en que Regan (Linda Blair) comienza a tener pesadillas, comencé a leerlo. Era verdad. Las palabras de Peter Blatty tienen ese toque real en medio del terror que hace que sientas un escalofrío en la espalda mientras tus ojos recorren el papel. He tenido un horrible insomnio desde entonces, pero es un insomnio que valió la pena.

En 1949, el diario religioso The Catholic Review, publica una historia acontecida en Maryland (el mismo lugar de la Bruja de Blair) donde relata la posesión demoníaca de un adolescente de 14 años llamado Robbie Mannheim. Blatty comienza a tomar notas de este reportaje y otros del Washington Post. La historia cuenta que el poseído Robbie solía jugar a la Ouija con su tía. Cuando esta fallece, Robbie no duda en tratar de hablar con ella a través de la Ouija. A partir de ese momento, comenzaron a escuchar ruidos extraños en su casa y poco a poco, Robbie se trasformó en una persona diferente: maldecía, era más violento, le aparecían cortes en el cuerpo, hablaba idiomas diferentes (como el latín), se escuchaban arañazos en su cuarto, pisadas debajo de la cama, los muebles se arrastraban solos por el piso… una serie de barbaridades que ni con los mejores efectos especiales, se podrían lograr. Sus padres lo llevaron al médico, pero éste no vio nada raro, por lo que el niño terminó visitando a un psiquiatra que no ayudó gran cosa. Al fin, acudieron a su última opción: el arzobispado católico de Maryland. El jesuita encargado, le realizó un exorcismo y durante la lucha que mantuvo con el ser que ocupaba el cuerpo de Robbie, fue atacado por el muchacho quien se libró de las ataduras y golpeó al sacerdote. El jesuita obligó al niño a colocarse una cadena llena de medallas de santos y a sostener una cruz durante el exorcismo. Por último, después de una dura pelea, el espíritu que poseía a Robbie, desapareció. Fueron un total de 30 exorcismos que duraron tres meses. “30 exorcismos” me repetía a mi misma sin que mi imaginación lograra imaginar la tortura que sufrió..."

Escrito por Sandra Becerril at 12:39 PM

domingo, 6 de abril de 2008

Mi fantasía puede más que tu realidad.

Mi fantasía puede más que tu realidad


Los sueños que son vividos más que tu andar muriendo, respiran más aire que tu caminar. Te miro desde el fondo de mi soledad, encogida en medio de pensamientos, recuerdos, fantasmas, calderos, sonrisas y llantos incoherentes. Te miro y tus ojos son tan ciegos que se detienen sólo a ver lo que comprendes. Lo que va más allá, lo que importa, no lo contemplas. No puedes. El miedo atrapa tu cerebro, lo licua y te lo devuelve hecho lo que siempre has querido y lo más odiado: ser común y corriente. Que tu voz no se escuche más allá de mis latidos, que se esfume tu sabor de mi lengua, que tu palabras no lleguen donde tus oídos no puedan oír. La vergüenza de ser lo que soy te invade y te cobijas en un futuro predecible, aburrido, sin vida. Mi vida, mi vida ya no es tuya. Pertenece a un andar incierto, es de la noche, de los días sin sol, de los sueños, de la imaginación que me domina, de las perversiones de las fantasías más hondas, más secretas, más antiguas. Soy de las cavernas que no se han descubierto, de los planetas que nos miran carcajeándose de nosotros, de estas palabras que hablan más que tú, de los latidos de mi corazón que ya no viaja a mi estómago cuando te leo; soy de los espíritus más profanos, de los suspiros que besan, de los ithagos, de un pasado, de las brujas, de un asesino serial.

Soy de cualquiera que no exista. Por lo tanto no soy tuya. Porque eres el ser más tangible que mis pálidos dedos han tocado. Tu mente está tan aferrada a la realidad que me es imposible comprenderla.

Mi realidad puede más que tus pobres sueños. ¿Para que soñar si el sueño será mediocre? Mejor esperar sentado a que algún astro se apiade de ti. Mi realidad atestada de seres oníricos me lleva de la mano lejos de ti. Contaminas el aire sabor a color violeta que me rodea. Lo llenas de lógicas absurdas, de razones humanas, de porqués de todo. Mi luna tiene más música, la más bella… aquella que produce mi lápiz al hacer el amor con la hoja de papel. Esa sinfonía que puedes leer y que además te lleva más allá. Te escapas con ella. Yo me escapé hace mucho y no pienso regresar. No importan tus razones, no las comprendo, ni quiero hacerlo. No pienso regresar porque tu mundo me aburre, me saca de quicio… yo necesito pasión, calles adoquinadas de futuros porque los recuerdos sólo estorban para caminar. Y las tuyas están llenas de pasados aferradas a un terror a andar.

Dejemos que se queden ahí y si quieres subir a mi más allá conmigo, hazlo.

Mi pluma está extendida… no la deshojes más.

jueves, 3 de abril de 2008

Nuevo blog

Navegando por internet, hallé esto:
http://suspirandoazul.blogspot.com/

Tiene buena info y una encuesta muuuuuy especial jajaja
Así que ya saben.

martes, 1 de abril de 2008

Johnny's love

Johnny’s Love

Esta es la historia de Johnny.

Johnny Webster.

Es un capítulo de la vida de Johnny y su novia, la bella, tierna, talentosa, adorable y a la moda Barbie.

Johnny y Barbie tienen un amorío desde hace cuatro décadas. No se han casado ni piensan hacerlo (¡Cuatro décadas! Piensan las solteronas) Pues así es. Tampoco se irán a vivir juntos porque eso ya pasó de moda; ya no es nice ni cool. Probablemente emprendieron uno o dos viajes juntos a Plutón, al planeta más frío del sistema solar. Se calentaron tomándose de las manos y soplándose mutuamente su oxidado vaho en el rostro congelado. Si quedaba algo de tiempo después de ir de compras, se besaban en la frente… o en la boca (¡Ohhh!) No es para asustarse pues hace mucho tiempo los humanos se besaban en la boca, en la frente, en el cuello, más abajo ¡en todas partes! Sé que suena abominable pero así demostraban su afecto. Y más las mujeres ¡Oh las delicadas féminas! Incluso se dice en la historia antigua, que solían escribir poemas ¡Exacto! Poemas no de cualquier clase: Poemas cursis, con palabras entrelazadas que formaban metáforas para llorar al ser que se había ido o para endulzar el oído de la pareja.

Si esas personas hubiesen sido tan prácticas como lo somos ahora, probablemente nuestra civilización fuera más avanzada que la de nuestros contrincantes los odiados bluptoniathos (El odio es personal) Ellos sí que saben lo que es la modernidad, en cambio nosotros nos quedamos en la era de la cera. Es increíble que estando en pleno siglo XCV
aun petrifiquemos a nuestros muertos. Sé que mi madre se ve exquisita (más que en vida) mientras está fosilizada en mi jardín. Aun conserva su mítica sonrisa y sus cabellos negros como antaño, pero es desesperante tener que llevarla a retoque cada dos años, pues el barniz se derrite con el sol y cada arreglo es una amenaza para mi economía.

El barniz que le inyectan a los cuerpos de las mujeres es de pésima calidad por lo que he decidido que para el próximo verano sacaré a mi padre del closet, le colocaré el traje aquel que le gustaba tanto y lo sentaré junto a mi abuela como si estuvieran conversando. El vecino hizo lo mismo con su hermano y se ve muy bien. Pensándolo bien, probablemente sacaré a toda la familia en invierno, a lo mejor hasta los disfrazo de angelitos… (La ropa se vende por separado)

Regresando al tema de Johnny y Barbie (no entiendo en que punto me desvié tanto) les comentaba que se besaron (tapen los oídos o los tres ojos a sus pequeños hijos para que no lean esto) se tomaron las manos enfrente de los ancianos y lo que es peor aún: Barbie, en medio de las compras de carne de niño y de los huevos artificiales de tortuga, le susurró a Johnny en el oído “Te quiero” ¡Así es! ¡Te quiero! Alguien me comentó que al robot de mostrador se le zafó el tornillo que conecta con su central por lo que se quemó; el anciano que volaba junto a ellos en su silla de anillos galáctica, perdió el control y se fue a estrellar contra un muro de criptonita; incluso un perro que sacó a pasear a su ama y escuchó la asquerosa frase, soltó la correa y la señora salió corriendo y ladrando hasta que el guardián de la paz la atrapó y le dio con un dardo sedante en la cabeza sacándole un ojo de vidrio que el perro le había puesto de adorno. Todo aquello fue instantáneo. A Johnny se le salieron las enormes gotas de sudor de plomo por todos los poros de su piel, agitó la cabeza nerviosamente y volteó a ver a Barbie, quien a su vez lo veía con ojos de cachorro afuera de una panadería de bisquets de calcio. ¡Se imaginan ustedes aquella escena!: Barbie por su lado, babeando por un extremo de la boca, mirándolo como estúpida y Johnny con los ojos desorbitados, observando como los labios de su novia (podrían ser free, pero eso también ya pasó de moda)se acercaban a sus oídos pronunciando la fatal frase.

Sólo le quedaba una cosa por hacer: Johnny sacó el garfio para emergencias de su saco confeccionado con la más cara y fina piel de rata callejera y se lo enterró en la encía (la de Barbie por supuesto). Los circuitos de su novia se desconectaron de inmediato pero como si no fuera suficiente, su aceite brotó por las comisuras de sus labios, por sus párpados, por la nariz y las puntiagudas orejas. Ese horrible, viscoso y rojo aceite que salpicó todas las tiendas virtuales que se hallaban alrededor.

Johnny fue condenado por haber provocado el amor. Aquel día lo conectaron a la máquina de barniz aun vivo y el líquido hirviendo llenó sus arterias, brotó de su cuerpo y se convirtió en un hermoso muñeco que ahora tengo adornando mi sala. Lo compré ayer en una subasta; no sabía si elegirlo a él o a la única copia que queda de un cd pirata. Me decidí por Johnny al escuchar su enternecedora historia. A Barbie la adquirí hoy por un módico precio. Los coloqué abrazados en posición de sillas. Hacen un bonito juego con la sala que mi padre me heredó, pero esa es otra historia…

Copyright© 2006, Sandra Becerril Robledo, todos los derechos reservados.
Cuento incluido en el especial de CF de la revista del mismo nombre (España, 2006.)