miércoles, 12 de marzo de 2008

Puedo escribir que ya no te quiero.

Porque ya no te quiero, aunque tal vez un poco.
Podría decir que no recuerdo tus ojos, eternos,
O que tus cejas ya no embrujan estas noches
Donde ronda la luna esperando ver amor en mi ventana.
Eso sería todo, es cierto. Por siempre.
Tu voz hablará no de mi, tus manos,
Tu piel, tus piernas, tus labios.
Pude pensar que ya no te busco
Que tu olvido piensa que ya no me quiere.
Tu alma llora de tanto haber perdido.
Lo perdí en medio de versos y besos infinitos
Lo buscan en dolor, ciego, alado y herido.
En ti un beso enlutado,
Sabor a infierno, a pecado
De esos que duelen, que de tanto doler se olvidan.
Yo te olvidé, aunque no sea cierto.
Escuchas sordo, palabras afónicas
Aunque respondes en este último grito.
Estoy en ti, de ti no huyo
Apenas quedan grillos sonando
Gotas temblando entre Rocío.
Pero en ti miento, por ti viviendo
Respiro silenciosas luchas, huye
De mi, de palabras, de besos que buscan tu oído.
Y es cierto, ya no te quiero. Aunque tal vez un poco.
Y un poco guarde tu olvido. Un poco.
Mucho de esta noche pude haberte tenido.
Este cuerpo perdido será de otro. Aquel que escribo.
Antes de ti. Mis brazos. Tu viento.
Y ya no me quieres. Pero cómo quisiste.
Un adiós a lo lejos. Terrible y corto.
Sin perdón que olvide, entre sus brazos piedad.
Que sean de otros.
A nosotros no nos queda más que dolor.